Un grupo arqueológico en Escocia se topó con un entierro inusual: la cabeza de una niña se distinguió con una extraña forma no estándar. Los restos fueron descubiertos en 1987 en la región megalítica de Achavanich, cerca del lago Stemster (norte del país).
Los científicos han descubierto que la niña murió hace unos 20 años, 3700 años atrás. El cráneo estaba deformado, muy probablemente como resultado de la costumbre de envolver la cabeza. Vale la pena señalar que los arqueólogos encontraron a muchas personas de esa época, cuya cabeza también era corta y de forma redondeada.
La reconstrucción facial fue realizada por el artista Hugh Morrison con un equipo de profesionales. Primero, se realizó un análisis patológico de los restos para determinar el sexo, la edad y la raza.
La densidad de la piel fue elegida de acuerdo con las chicas caucásicas de nuestro tiempo. El artista determinó manualmente la ubicación de los ojos, la nariz y la boca. El grosor del labio se basa en el esmalte dental.
La niña recibió el nombre de Ava. Este no es el primer intento de descubrir cómo lucían las personas antiguas.
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